Si alguna vez has sentido que el peso de las opiniones ajenas te detiene, este artículo es para ti. Porque, en el mundo de ruido en el que vivimos, solo aquellos que se atreven a ser distintos logran permanecer en la memoria de su clientes. Hoy quiero hablarte de las claves que pueden transformar tu forma de ver tu negocio de fotografía. Como punto de partida miramos la controversia que está agitando el país, bueno el pais no, a los que nos dedicamos a la fotografía sobre todo. Las fotos de los Reyes de España por Annie Leibovitz.

El impacto de la controversia

Imagina esto por un momento: publican tus fotos y, en cuestión de horas, el mundo entero está hablando de ellas. Algunos las adoran, otros las critican. Annie Leibovitz, con su característico estilo que todos conocemos, convirtió lo que podría haber sido un típico retrato oficial en la comidilla de todo el mundo o de los fotógrafos. ¿Por qué? Porque se atrevió a desafiar las expectativas que la mayoría de los mortales desearía de unas fotos reales.

Los que me conocéis sabéis perfectamente que en mi estudio, siempre he creído que una fotografía debe contar una historia. Cuando una imagen provoca reacciones, vamos por el camino correcto. Que el usuario final que ve tus fotografías sienta algo, es el camino correcto.

Que tu fotografía provoque el mas absoluto silencio seguramente esté provocando también la indiferencia y será con toda probabilidad irrelevante a los ojos de los demás.

La relevancia sobre la técnica

Te ha pasado alguna vez que estás editando una fotografía y no paras de ver defectos, las luz no te gusta, el encuadre no te gusta, las sombras tampoco etc. Pues ahora imagina que todos estos defectos pierden importancia porque la esencia de la imagen supera todos estos pequeños defectillos.

Las criticas a las fotos de los reyes bajo mi humilde opinión como fotógrafo son mejorables en bastantes aspectos. Luz lúgubre, el Rey parece un villano sacado de una serie, encuadres con poco aire, distinta colorimetría en las fotos, la reina parece sacada del Voque. En definitiva retratos poco convencionales para la casa real. Os recuerdo que hemos pagado todos por ellas la friolera de 137.000 €, casi 23 millones de las antiguas pesetas. Precio aproximado de mis mini sesiones jejeje. Lo que hace única a Annie Leibovitz es su capacidad para contar o narrar  historias con sus imágenes.

En definitiva  » Retratos de Annie Leibovitz a Felipe VI como rey y a Letizia como una reina», pero claro, eso no vende.

En mi estudio, he aprendido que los padres que vuelven por mis fotografías no lo hacen porque mis fotos sean perfectas, sino porque capturan momentos que ellos nunca quieren olvidar. La emoción siempre gana a la perfección técnica.

 

 

La irrelevancia como enemigo

Ser irrelevante es el peor de los destinos para un negocio fotográfico ¿Cuántos fotógrafos hay que simplemente cumplen con lo esperado? Retratos bonitos, bien iluminados, con las poses clásicas. Donde está la sorpresa, lo inesperado, el alma. Es muy fácil caer en esta trampa, por eso debemos destacar aunque eso signifique exponernos a la opinión pública. Pero como decía Lola Flores «que hablen de mi aunque sea mal pero que hablen.» Aunque no entiendan nuestra visión, que pasaría si nadie recuerda tu trabajo. Así que aléjate de lo convencional y crea esencia, esa que los padres al ver las fotos de sus peques reconozcan la autenticidad, esto nunca será irrelevante.

El valor de un estilo propio

Quizás llegado a este punto habría que hablar de estilo propio. Y quizás tener estilo propio signifique  «hacer las cosas diferentes». Signifique encontrar lo que te hace único y usarlo como tu firma personal. Annie Leibovitz podría haber tomado fotografías convencionales y mas sobrias como todos esperaban, pero no lo hizo. Su estilo va mas allá y la precede. Lleno de narrativa, teatralidad y atención.

En mi caso, mi estilo se ha definido por capturar momentos auténticos. Mi objetivo no es solo ofrecer una fotografía para el recuerdo, sino contar historias que vayan mas allá de mi propia fotografía. Y ese estilo no solo me ha traído clientes que valoran mi trabajo, sino que me ha permitido conectar con las familias de una manera natural creando recurrencia y necesidad a mis clientes.

Reflexión final

En fotografía, como en la vida, lo peor que puedes hacer es intentar gustar a todo el mundo. Porque, en el intento, te pierdes a ti mismo. Atrévete a ser diferente, a abrazar la controversia, a priorizar la relevancia sobre la técnica. Define tu estilo y haz que tu trabajo sea inimitable.

El mundo no necesita más fotos «perfectas». Necesita fotos que cuenten historias, que provoquen emociones, que sean recordadas. Y eso, querido amigo fotógrafo y compañero, está en tus manos.

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Espero que os haya servido de algo este artículo. Cualquier duda puede dejarla en comentarios he intentaremos resolverla. Si quieres que te ayudemos en tu negocio puedes contactar con nosotros aquí. Sí no puedes esperar puedes pedir una mentoría personalizada para el tema que quieras mejorar.

Gracias por leer hasta el final.

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